Donde el corazón te lleve.

¿Hacia donde vamos? ¿A quien buscamos? ¿Por qué avanzamos? Tenemos la mala costumbre de actuar conforme a ideales sin tener en cuenta lo que de verdad sentimos. No mola nada actuar para satisfacer a alguien. ¿Por qué no buscamos nuestra propia satisfacción?  ¿Por qué no intentamos satisfacer a nuestro corazón? Dejar que él mande nuestra razón, nuestro fin y nuestra dirección, dejar llevarnos… a donde dicte el corazón.

Cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aun. Quédate quiero, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve.