Amigo, vuelve por favor.
Han sido muchos días junto a ti, disfrutando de cada momento
que pasamos el uno con el otro, el otro con el uno, disfrutando de cada
carcajada que arrancamos juntos.
Un día me dijiste que
era una amiga de verdad, de esas que alguien no puede permitirse perder, pues
bien, escúchame: me estás perdiendo.
Tu vida cambió, como cambian todas, pero no tuviste la
suficiente fuerza de poner un límite, un límite que no deberías haber saltado
nunca. Mírate, ya no eres aquel amigo al que aprecié, ese que vivía por y para
sus amigos, para el deporte, para su familia, para él mismo.
No te reconozco cuando te miro a los ojos, no te reconozco
cuando hablamos, no te reconozco en tus nuevos vicios.
Tus amigos de siempre te echamos de menos, te prometo que nada me gustaría más que
volvieses al de antes, al inocente, al de las bromas a todas horas, al de los
abrazos más enormes, al de las risas a altas horas de la madrugada, al de los
besos de pez, al de siempre.
Se te tiene que acabar este jueguecito, porque aunque pueda
parecer más de hombres, de valientes, este juego es una montaña rusa, no está hecho para ti, siempre tuviste vértigo.
Juega a otros juegos más normales, más divertidos, más sanos,
más tuyos, más controlables. Y goza todo lo que quieras, baila en discotecas,
juega en los casinos y no te pierdas la fiesta pero piensa en ti, en tu mañana,
en tu hoy.
Haz que todo vuelva a sonar a lo de antes, haz que tu vida
pueda brillar, aprovecha ese regalo que la vida te ha puesto al lado. Aun estas
a tiempo.
El tiempo pasa rápido, más de lo que debería, y el tiempo
pasará y tu locura dejará de estar en garantía y entonces entenderás el por qué
de todo esto.
Vuelve por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario