Te lo está pidiendo el
corazón: necesitas otra dirección. Pero antes de marcharme quiero saber cuándo
te volveré a ver.
No te das por vencida, ¿por qué hacerlo? ¿Y qué si no es
sano? Me divierto con pensarlo y te pienso sin pensarlo.
Y es que no me siento derrotada, siento que estoy haciendo
las cosas bien, como siempre quise hacerlo. Sin temores por los que parar. Apostándolo
todo y nada a una misma partida, que solo por ser apostada ya está ganada.
Experiencias, sensaciones, sentimientos… todo eso ya me lo he llevado, y os
prometo que no lo cambiaría por nada del mundo.
Ni arrepentimientos, ni
perdones, simplemente viviendo cada cosa como viene, sin pensar ni imaginar en cómo
se ira.
Paseando por mis rincones puedo ver escrito "inténtalo una vez más" y me decido, quiero seguir, ¿por qué no una vez más?
Sin miedo a los imposibles a los que quiero llegar. Porque lo
imposible, lo realmente imposible es ignorarte. Imposible es un
principio si se ve el final.
Y al fin y al cabo sé que por mucho que intente lo contrario… volveré a encontrarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario